Hace más de un siglo, en Francia, una familia de artistas dedicados a la pintura descubrió los efectos reparadores de la naturaleza en su piel.
Después de largas jornadas trabajando con pinceles, arcilla y pigmentos, la exposición constante a materiales dañinos y al clima riguroso dejaba sus manos agrietadas y cansadas. Inspirados por la riqueza de su entorno, comenzaron a experimentar con ingredientes naturales cómo lo son los aceites vegetales .
Fue entonces cuando nació la fórmula que hoy es el corazón de nuestra empresa: una mezcla perfecta de cera de abeja, conocida por sus propiedades curativas y antioxidantes, aceite de coco, con su capacidad para hidratar y suavizar, bálsamo, adicionado, con aceites de almendras, dulces, olivo y vitamina E, todos estos elementos con propiedades restaurativas para todo tipo de piel. Lo que comenzó como un simple remedio casero totalmente neutro, se convirtió en un preciado secreto familiar, compartido únicamente entre amigos cercanos y generaciones futuras.
Hoy, decidimos dar un paso más y compartir este legado con el mundo. Nuestra empresa nació de la pasión por combinar la ciencia natural con los secretos ancestrales de la familia. Cada uno de nuestros productos encapsula esa historia: una tradición que honra la conexión entre el ser humano y la naturaleza.
El legado familiar no solo vive en nuestros productos, también se encuentra en nuestro compromiso con el bienestar personal y la sustentabilidad. Ahora, puedes disfrutar de todos los beneficios que la cera de abeja y el coco brindan a tu piel, tal como lo hemos hecho durante generaciones.
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